Cómo sabréis los centros de limpieza sin agua de DetailCar están distribuidos por decenas de los aparcamientos de los centros comerciales en España. Por eso, no nos llaméis raritos si durante estas vacaciones veraniegas nos hemos dedicado a visitar los aparcamientos más alucinantes del mundo. Unos parking que nos han dejado con la boca abierta por su despliegue tecnológico o por su belleza arquitectónica. Nosotros te invitamos a hacer un tour digital por ellos.
Los aparcamientos más alucinantes del mundo
Las torres de Autostadt (Wolfsburgo)
No verás peatones en los garajes automatizados de las torres Autostadt en Wolfsburgo en Alemania. Tampoco se trata de un parking público en el que puedas depositar tu vehículo previo pago. En este par de gigantes garajes, los robots levantan y colocan docenas de coches en una matriz de 20 pisos de la forma más eficiente posible. Se guardan los vehículos nuevos que Volkswagen produce en su fábrica. Si tienes la suerte de visitar Autostadt, puedes dar un paseo por estas torres en los brazos robóticos de sí mismo en un cubo de vidrio de seguridad.
1111 Lincoln Road (Miami)
Miami es una perla arquitectónica en si misma. Una ciudad a estudio que, como no, debía tener uno de los parkings más alucinantes del mundo. El garaje del 1111 de Lincoln Road se completó en 2010 por la firma de arquitectos suiza Herzog & Meuron Architekten, que lo diseñaron con una serie de listones de estacionamiento que varían por la altura y están conectadas por vigas de hormigón angulares. El garaje es también acoge varias tiendas en el nivel inferior y una oficina en la cima.
Garaje del teatro Michigan (Detroit)
La ciudad del automóvil no podía fallar en este listado. El Garaje del Teatro Michigan está enclavado en pleno centro de Detroit, hace tiempo era la joya de la zona de ocio de la ciudad. Actualmente la estructura se encuentra parcialmente destruida, y la cúpula resguarda ahora a un montón de coches en esta ciudad olvidada. Por cierto, precisamente allí se rodó parte de la película 8 millas de Eminem, el rapero de Detroit, en 2002.
Estacionamiento Eureka (Melbourne)
Axel Peemoeller, diseñador del aparcamiento de Eureka de Melbourne desarrolló un sistema de indicadores del camino que va dando instrucciones a los visitantes del garaje que hacen su camino por el interior. De este modo, líneas largas de color se unen para formar las palabra OUT (fuera) cuando se aproxima a la salida, o la palabra UP (arriba) se muestra en azul, justo cuando el conductor comienza a acercarse a una rampa.
Greenway Park (Chicago)
Viajamos a Chicago, la ciudad de los Bulls, pero también la ciudad del viento. Ahora comprenderás la referencia, pues el aparcamiento Greenway Park de esta ciudad de Illinois aprovecha el mítico viento de la ciudad para generar energía que necesita posteriormente. Este aparcamiento tiene unas parejas de turbinas en forma de sacacorcho que se extienden desde la base hasta el techo de las paredes del edificio, recogiendo la energía del viento de las calles. Además, este garaje también cuenta con sistemas naturales de recogida de aguas pluviales y estaciones de carga de coches eléctricos para los conductores de la próxima generación de vehículos.
Santa Monica Civic Center (Los Angeles)
El parking del Santa Monica Civic Center ha sido el primer garaje que obtiene la certificación LEED para edificios sostenibles. Su impresionante fachada se ilumina con un conjunto de luces de colores, en azul, verde y rojo. Los paneles fotovoltaicos del techo y las paredes proporcionan gran parte de la energía que el edificio necesitan, mientras que la ventilación natural se encarga del control del clima. Además los materiales son en su mayoría reciclados y el edificio se construyó con prácticas propias de desarrollo sostenible.
Aparcamiento Darling Point (Sidney)
Luz y color en un parking. El parque de automóviles en Darling Point ha vestido sus paredes y suelos con un colorido mural geométrico de Karl Maier y Craig Redman. Esta pareja de artistas ha jugado con un alucinante despliegue de formas geométricas de colores por las paredes, la calzada y hasta el jardín. Y sin un solo rincón oscuro para los malos.
