El
verano, momento de muchos desplazamientos de carretera y por lo tanto de mucho
gasto de combustible. Nosotros queremos ayudarte a que estos desplazamientos, además de seguros sean más económicos y ecológicos. Por eso, te vamos a dar una serie de consejos para ahorrar gasolina.
Consejos para ahorrar combustible
Olvídate de los acelerones
En ocasiones caemos en el error de pensar que si pisamos varias veces el acelerador el motor se va a calentar antes y va a ofrecer una mejor respuesta cuando nos pongamos en marcha. Error. La mecánica necesita de unos minutos para coger temperatura, y esta no la vamos a conseguir dando esos pisotones al motor, solo conseguimos revolucionarlo y malgastar carburante.
Cambios de marcha en el momento exacto
La primera velocidad solo sirve para poner en movimiento el vehículo, y transcurridos los primeros metros hay que engranar la segunda rápido. En un motor diésel se ha de cambiar en torno a las 1.500 revoluciones, mientras que un motor gasolina ha de hacerlo a unas 2.000.
Aprovecha la inercia
La conducción debe ser tranquila y mantenida, y hay que saber jugar con las inercias del vehículo. Si estás seguro de que vas a tener que detenerte, suelta el acelerador y deja que el coche pierda velocidad por sí solo de manera natural. De esta manera no gasta carburante. Y cuando frenes, la actuación de los frenos será inferior.
Realiza el mantenimiento correcto al vehículo
El motor tiene que permanecer en un estado óptimo, así como los sistemas y componentes que te rodean. Necesita que los filtros, lubricantes, líquidos y demás elementos estén en correcto estado y esto solo lo consigues si cumples con los periodos de mantenimiento recomendados por el fabricante. Alargar el paso por el taller solo conseguirá que consumas más y que pongas en riesgo el funcionamiento de alguno de esos componentes.
Neumáticos en buen estado
Todo el trabajo que realiza el motor se transmite a las ruedas para que el coche avance, y estas deben estar en perfecto estado. En caso de que tengan alguna irregularidad en su estructura o un exceso o defecto de presión, además de ser un peligro para la circulación porque cambia el comportamiento del vehículo, generan un trabajo adicional al propulsor, y eso se nota en el depósito de combustible.
En nuestro blog ya hemos hablado de cuando debemos cambiar las ruedas de nuestro vehículo.
La climatización del vehículo para ahorrar combustible
La calefacción y el aire acondicionado son a veces completamente necesarios, pero no funcionan como corresponde desde el primer momento. La calefacción aprovecha directamente el calor que el motor genera y este proceso tarda unos minutos. El aire acondicionado, por su parte, tiene un aparato que genera el aire frío por sí mismo, pero también necesita que la mecánica haya cogido temperatura. Ambos sistemas necesitan unos minutos para funcionar correctamente, y hasta entonces solo vamos a mover aire de forma inapropiada generando un consumo de energía inútil, la cual al final tiene que producir el motor para cargar la batería del coche.
En nuestro blog te hemos explicado cómo utilizar correctamente el aire acondicionado.
Sube las ventanillas
Hay veces que preferimos bajar las ventanillas a poner el aire acondicionado. Esto se puede admitir en ciudad, a baja velocidad, pero es contraproducente en carretera. Al entrar el aire por las ventanas se rompe con el flujo del aire por la carrocería y se genera un freno que obliga a un importante exceso de trabajo del motor, y esto se nota rápidamente en nivel del depósito. U
No cargues objetos innecesarios
Tendemos a llenar los espacios guardaobjetos de los coches y los maleteros de cosas que pocas veces utilizamos. Esto al final es un peso añadido al propio del coche, y cuanto más peso tenga más se tiene que esforzar el motor. Algunos cálculos señalan que por cada 100 kilos extra, el consumo sube un 5%.